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Andar, es una buena manera de hacer deporte y salir de la rutina diaria, para llegar a lugares en los que la mayoría de las veces merece la pena el gran esfuerzo realizado y el cansancio, para ver esos paisajes, cuevas, ermitas, y muchas otras cosas, que nos ofrece este planeta en el que vivimos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

- Ruta desde L'Alzina del Salari, Balma dels Traginers, Avenc del Llest, Font de la Pola y Balma de la Porquerisa 18/11/2012




Ver Ruta en un mapa más grande



En el mapa se pueden ver los puntos de interés que hemos estado y podemos ver a continuación:

Balma dels Traginers
Font del Traginers
Avenc del Llest
Alzina del Vent
Balma (no he encontrado el nombre)
Balma y Font del Devanadors
Balma dels Castellots de Tanca
Balma del Quarto de Reixa
Balma dels Castellots de Tanca
Sepulturas
Balma y Font de la Pola
Cueva Santuario Luni-Solar de la Pola
Balma de la Porquerissa

Hoy empezaremos la ruta desde el parking de l'Alzina del Salari.



Camino empedrado llamado Graons de Mura.



Llegamos a la Balma dels Traginers,
 aunque a mi parecer es mas una pequeña cueva que no una balma.











Después de ver la Balma, nos vamos hacia la Fuente.



Font dels Traginers.





Avenc del Llest.

El Avenc del Llest es uno de los más visitados en Sant Llorenç del Munt y la Sierra del Obac. Además es uno de los que acoge más prácticas de iniciación a la espeleología
El primer descenso documentado en esta sima se produjo el 18 de enero de 1953 y fue llevado a cabo por miembros del Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Delegación del CM Barcelonés en Terrassa. Fueron ellos los qué bautizaron la cavidad con el nombre de el Llest. Miguel Ballbé explica que con este nombre se recuerda un perro, el Llest, que se perdió cuando acompañaba a unos excursionistas y cayó al fondo de la cavidad,
La boca de acceso de la sima tiene dos metros de ancho por 10 de largo y la profundidad de la cavidad alcanza los 59 metros.
Superada la entrada, en la zona intermedia se encuentra una gran sala de 37 metros de longitud por 17 metros de ancho y hasta 11 metros de altura. La cavidad tiene estalagmitas de hasta dos metros de altura. Como muchas otras cavidades de Sant Llorenç de Munt y la Sierra del Obac, el Avenc del Llest es frecuentada por murciélagos. Aveces hay comunidades amplias, que provienen de el cercano Avenc de Castellsapera.





Estas fotos son del interior de el Avenc, 
para que podáis ver un poco como es.










Seguimos el camino y se ven a los lados, muchas clases de setas.
 Estas son una de las muchas clases que hemos visto.





Multitud de setas por todos lados.






Alzina del Vent.

La Alzina del Vent, también conocida como la Encina Hermosa o la Encina de la Coma d'en Vila, tiene una altura de cerca de 12 metros y un tronco con un gran perímetro de 2,8 metros.
El principal atractivo de esta encina son sus numerosas ramas, todas gruesas, firmes y largas, que le dan un aspecto monumental.
Uno de los grandes conocedores de Sant Llorenç del Munt y l'Obac, Antoni Ferrando y Roig, asegura que "esta es la encina mejor formada de todo el macizo". Quizás este es el motivo que le ha permitido llegar a ser centenaria, librándose de la tala en la que hasta bien entrado el siglo XX eran sometidos los extensos encinares que hay por todas partes del macizo para hacer carbón vegetal y leña.
Antoni Ferrando también explica que la amplia sombra generada por el tamaño de sus ramas era muy buscada por los pastores al mediodía para protegerse ellos y sus rebaños de la fuerza del sol.
La Alzina del Vent se encuentra en el camino que enlaza el Coll de Boix con la Coma d'en Vila, muy cerca del desvío del camino real de Mura.
En diciembre de 2010 la Diputación de Barcelona, ​​como gestora del Parque Natural, acordó podar las ramas muertas de la encina y, además, hacerle un tratamiento contra diversas plagas.





Una Balma que no he encontrado nombre.




Hay que ir con cuidado de no resbalar y caer.


Balma dels Devanadors.

En la Edad Media esta cueva se conocía como la Cova dels Venedors, pero con el tiempo fue cambiando de nombre hasta el actual topónimo.
 Siempre ha servido como refugio, una función para la  que está bien preparada al tener una fuente en su interior. Además, una pequeña parte está obrada.
En 1590 la gruta se hizo popular al ser el escenario de un asesinato. El 9 de noviembre de ese año un pastor de Mata-rodona encontró un hombre muerto por dos fuertes golpes en el cráneo y dos puñaladas en el cuello.
El cuerpo se pudo identificar porque paradójicamente el cadáver tenía en un bolsillo un certificado de buena salud expedido por la rectoría de Matadepera. Así se descubrió que se trataba de un peregrino que volvía de visitar la tumba del Apóstol en Santiago de Compostela y había tenido la mala fortuna de ser asaltado y muerto por unos bandoleros cuando sólo le faltaba una hora para llegar a su casa.
Los testigos de la época aportan un curioso dato de cómo se iniciaba el procedimiento de reconocimiento de un cadáver. El veguer, llegado de Manresa, preguntó al fallecido tres veces: "Hombre de bien, quién te ha matado?". Tras el evidente silencio, empezaban el resto de diligencias que ya no requerían la participación del difunto.




Y esta es la fuente con un grifo, que tiene el mismo nombre que la balma.











Detrás de Mariano se puede ver la Balma sin nombre y la de los Devanadors que esta mas abajo.


Otra variedad de seta.
Creo que esta es comestible.







Enfrente se puede ver el Turo del Mal Pas.
Llegamos hasta aquí con la intención de ver dos cuevas.
 La cueva de la rebolleda y la cueva de la cerámica, pero no pudimos dar con ellas.








Estas enormes moles de conglomerado se llaman Castellots de Tanca,
 con unas pequeñas cavidades o balmas, al pie de las rocas.










Bordeamos la primera fila de rocas y nos acercamos al Quarto de Reixa. Allí encontramos la balma del mismo nombre, que proviene de la reja de metal que utilizaban de puerta para guardar al ganado. De hecho hasta mediados de los años ochenta todavía estaba y no era raro encontrar algún pastor allí refugiado. El interior está bastante sucio, lo que no impide que alguien pase la noche en este lugar, a tenor de la manta que hay tirada en el suelo.

Balma del Quarto de Reixa







Tiene hasta una pequeña chimenea. 




Castellots de Tanca.



Sepulturas de la Porquerissa.

En varios lugares de Sant Llorenç del Munt y l'Obac hay enigmáticas sepulturas aisladas o reunidas en grupos muy reducidos. Son de origen alto medieval de
los pobladores del macizo (agricultores, pastores y también algunos ermitaños) durante la etapa visigótica, la ocupación musulmana y el dominio carolingio.
La costumbre de hacer tumbas aisladas en lugares perdidos del macizo fue perdiendo fuerza con la generalización de los cementerios junto a las iglesias a partir del siglo XI.
El hallazgo de las tumbas conocidas hasta ahora en Sant Llorenç del Munt se empezó a producir a partir de 1920, cuando el Centro Excursionista de Terrassa (CET) inició sus estudios culturales. En primer lugar, localizó las tres sepulturas de la Porquerissa, que inicialmente se vincularon con la toponimia del cuello de Tres Cruces (correspondiente posiblemente a tres hombres colgados).



Castellots de Tanca.



La Balma de la Pola, y sus alrededores, ha tenido diversos usos a lo largo de la historia.
Posible Santuario Ibérico o Torre de Observación.
Cobijo temporal o permanente.
La fuente fue acondicionada para poder acumular el agua y, delante se pusieron mesas y bancos de piedra. Esto convirtió la gruta en uno de los principales lugares de destino de los excursionistas.
En la posguerra la Guardia civil instaló en el extremo sur de la gruta una pequeña garita de vigilancia. Actualmente todavía se pueden ver las paredes, cerradas por los cuatro costados y con la pequeña ventana cubierta por un hierro. Los agentes vigilaban sobretodo las actuaciones de los maquis. Si alguien iba a la fuente fuera de las horas centrales del día se llevaba la sorpresa de ser parado y registrado. Esto les ocurrió, por ejemplo, a un niño Antoni García, conocido como Pintoret, y a su padre, pintor de Matadepera, un día que fueron muy pronto a buscar bellotas para los cerdos.





Año 1945.







Cueva Santuario Luni-Solar de la Pola.


"En tiempos ancestrales un determinado lugar  no era considerado sacro porque se hiciera culto, al contrario, se hacía culto porque se consideraba sagrado". El sentimiento que determinaba la sacralidad era la aparición de prodigios, la creencia en poderes y fuerzas naturales o simplemente un fervor religioso producido por la situación o configuración del paraje.


En la Pola se unían todas las condiciones para florecer ese sentimiento religioso, pues se trata de  un  lugar boscoso, elevado, alejado, junto a la gruta y la fuente, y lo que se baraja como determinante, la unión en un mismo lugar del símbolo de la fecundidad, representado por el  monolito y el de la maternidad, expresado por la cueva, todo incrementado por la orientación del conjunto pétreo. 
Cabe pensar que en el conjunto de la Pola se practicaba un culto a la Madre-Tierra por los agricultores matriarcales que desde la llanura subían en romería, y que posteriormente deriva en un culto astral del Padre-Cielo, propio de las sociedades patriarcales, como sucedió en tantos otros santuarios de las civilizaciones clásicas.
Siguiendo la  pared de la Balma, en medio de unos canales llenos de encinas, se destacan dos rocas verticales separadas por una diaclasa que se estrecha hacia el fondo, donde se ve una brecha de dos metros y medio de altura y medio metro de ancho que da entrada a una  cueva . 
Estando frente al bloque  rocoso y por su parte izquierda sube un camino el cual nos permitirá llegar a la parte superior. Bajando unos escalones nos llevará  a un acantilado, donde hay seis encajes hechos a raíz de la pared en línea  con otros seis de la de enfrente, estos últimos muy erosionados. Con unas  medidas de 35 x 35 cm y 20 x 20 cm.


El ingeniero  A. Rebullida barajó la hipótesis que posiblemente servían de apoyo para vigas que sostenían una cubierta que alargaba la parte superior de la diaclasa. Debiendo  tener una cierta inclinación hacia la entrada de la  cueva, ya que así se observan los baches desde la roca izquierda. Mirando desde aquí arriba, en el rellano de la misma se distinguen siete agujeros hechos en su periferia, cuatro redondos y tres de rectangulares, números 2, 3, 4, 5 y 1, 6, 7.


Varían entre 17 x 13,5 cm y 12 x 12 cm y tienen unos 13 cm de profundidad. Volviendo  por el camino por el que  subimos  y de nuevo de frente a la  mole granítica subiendo por la pendiente del badén que forma la diaclasa, llegaremos un rellano en la entrada de la cueva, desde donde podremos visualizar, en las dos paredes, en cada metro y medio unas cavidades de 15 x 15 cm. Cabe la  posibilidad que su uso fuese para encajar travesaños y soportaban un piso horizontal desde la  boca de la cueva hasta el rellano de la roca izquierda. La altura desde la cubierta superior a la plataforma es de siete metros y hasta al pie del monolito de dieciséis, la distancia entre la vertical de la pared extrema de la cubierta y la pared interna frontal a la entrada de la cueva es de ocho metros (medidas tomadas por A.Rebullida)


En solsticio de verano y solo al mediodía es cuando la luz del sol ilumina el rellano del pie de la cueva, dejando el resto a la sombra. En el transcurso de los días y la misma hora, la claridad va subiendo y el equinoccio llega a la parte baja de la boca de la cueva; días después desliza dentro e iluminando la pared interior. El solsticio de invierno la luz alcanza el punto mas alto, empezando un cuarto de hora antes de las doce, hora astronómica, con una línea vertical que se ensancha hasta las doce, se traslada y estrechándose desaparece unos tres cuartos de hora más tarde, dejando de nuevo la cueva a la sombra .


Subiendo al rellano circular de la roca izquierda, la visión del panorama nos limita por la pared de la gruta y por el estribo que baja en ángulo recto. Al sur podemos ver toda la cordillera de Montserrat y al oeste el panorama se hunde en comarca de la Segarra. Más cerca se divisa el Turó de Grisén, de 790 metros de altura, al sur de Castellfollit del Boix, por donde desaparece el Sol en los equinoccios.
Si ponemos jalones verticales en los centros de los agujeros números 1 y 2, y observamos las sombras que producen cuando el Sol pasa por el  meridiano, podremos constatar que la del jalón 2 se sobrepone a la del 1, lo cual nos indica que su alineada es exactamente Norte-Sur. Desde este sitio, la puesta del Sol en el solsticio de invierno se produce por detrás Montserrat, cerca de la ermita de San Juan, a unos 900 metros de altura y 13 kilómetros de distancia. Alineando los agujeros  1 y 5, los de mayor separación entre los siete, podremos ver en el momento del ocaso el disco solar queda tangente al lado derecho de la línea visual de los palos
Sobre el plano, la alineación de los agujeros 1 y 5 nos da un ángulo de unos 32 grados con la línea Este-Oeste, la visual marcada por el lado izquierdo del agujero 2 y el lado derecho del agujero 4 dan también con la línea equinoccial un ángulo de 25 grados, y la parte izquierda del agujero 7 con tres cuartos del agujero 6 tienen un ángulo de 39 grados respecto a esa línea. Estos dos últimos valores corresponden a las posiciones interna y externa de la Luna en el verano respecto al solsticio de invierno .
Seguramente el agujero número 6 fue rectificado para ajustarlo a dicho valor de 39 grados. Recordemos que tal posición sólo se podía comprobar una vez cada 18,61 años. La alineación del lado derecho de los agujeros 3 y 4 marca la línea equinoccial con una diferencia de dos grados, pero debemos remarcar que la punta del Turó de Grisén es la exacta referencia de los equinoccios.


Con la construcción de la cubierta superior y del piso inferior consiguieron un recorrido más amplio de la sombra y, por tanto, un gnomon  (cualquier objeto alargado cuya sombra se proyectaba sobre una escala graduada para medir el paso del tiempo) más preciso para determinar la duración del año y de las estaciones. Indicando los siete astros móviles de la esfera celeste con las siete cavidades y, a la vez, con su alineación marcaron el meridiano, el solsticio de invierno y las posiciones extremas de la Luna en verano. Todo esto les permitió crear un calendario luni-solar y de fijar las fiestas rituales.

Dibujo esquemático de como  debía estar configurado el  Santuario.


Conociendo el ciclo de 18,61 años o 230 lunaciones de la regresión de los nodos, es probable que descubrieran también el periodo llamado "saros" de 223 lunas en que se repiten, aproximadamente a las mismas fechas, los eclipses lunares y solares. Los antiguos caldeos la empleaban para predecir con bastante seguridad los eclipses lunares, pero respecto a los solares, sólo sabían la posibilidad ya que es muy difícil que la estrecha sombra de la Luna pase en un tiempo corto para una misma región.
Este tipo de predicciones darían paso, más adelante, a la Astrología, pseudociencia, que fue la base del desarrollo de muchos santuarios oraculares de la antigüedad.

SU DATACIÓN

Al observar la alineación de los agujeros  1 y 5 al solsticio de invierno, se vio que el Sol quedaba tangente a la visual de los palos. El diámetro aparente de este es de 32 minutos. Pues bien, suponiendo que estos minutos son el desplazamiento desde cuando se hizo la alineación 1 y 5 hasta la posición actual, este recorrido nos permitirá de tener una idea del tiempo pasado. Recordemos que son 1,16 minutos por siglo, valor en que disminuye el ángulo de los puntos solsticios con la línea Este-Oeste debido a la variación de la oblicuidad de la eclíptica, por lo que 32 minutos nos dan 2750 años transcurridos desde entonces, cifra que se puede considerar mínima ya que la desviación debería ser mayor al estar el Sol completamente invisible detrás de los palos.







Balma y Fuente de la Pola


Vista de la Carena de l'Espluga.


Balma de la Porquerissa.

La Porquerissa es una de las balmas más conocidas y visitadas de la Sierra del Obac por estar situada en la curva que hace el camino, que va del collado de Tres Cruces a la fuente de la Pola. Delante suyo arranca una cresta, que desciende hacia la Gavarra del Obac. 
La cavidad es uno de los pocos lugares del macizo que conserva un nombre milenario. La primera referencia escrita a la gruta es del mes de marzo del año 1225. En esta fecha el abad Berenguer hizo a Bernardo de Costadelau y su mujer, Bernarda, varias concesiones, entre las que figuraban tres piezas que el mas Riquer (de Can Pobla) tenía al bosque. Una estaba en Degotalls, la otra en Tallades y la tercera sobre el grado de la Porcheriza. 
Pero la balma ya era utilizada mucho antes de esta primera anotación escrita. Dentro de la pequeña cavidad se han localizado restos arqueológicos correspondientes a las épocas romanas, visigóticas y medieval. 
Es evidente que el nombre hace referencia a la función de porqueriza que la balma tuvo mucho tiempo atrás. Bajo la gruta, a poniente, comienza un torrente, el de el Tocino, con un nombre también vinculado al cerdo. 
El pastoreo de los cerdos era antiguamente muy diferente al actual. Iban por los campos y los bosques, al igual que las ovejas y cabras. Su crianza era importante porque el cerdo ha sido durante muchos siglos la gran reserva de carne (salada, seca o con aceite) de la población. Cabe destacar que los cerdos de épocas antiguas eran muy diferentes de los que conocemos actualmente. Por las informaciones del siglo XVIII, cada ejemplar pesaba sólo 70/80 kilos, mucho menos de los 400 kilos actuales. El cambio se produjo entre 1880 y 1900, cuando se introdujeron variedades británicas y francesas, que engordan mucho más. Así lo explica Pedro Roca y Fabregat, en su estudio "La ganadería porcina en la sociedad rural del Vallès Occidental de los siglos XVII a XX ". 
De la época romana, se conoce que la gruta, a pesar de estar lejos de sus explotaciones agrarias, ya sirvió de cobijo. Sus usuarios  deberían ser pastores (muchos de ellos esclavos) que iban hasta este lugar tanto para recoger bellotas como para llevar rebaños. 
Un hecho muy curioso es que a mediados del siglo XX las bellotas de esta parte de la Pola continuaba teniendo mucha fama. Algunos agricultores de Matadepera continuaban yendo hasta este lugar alejado durante la última parte del año a coger bellotas para alimentar a los cerdos que criaban domésticamente. 
De la época visigótica se conoce que la balma fue obrada y, aparte de cerámica en el interior, han quedado también como testimonio unas sepulturas cercanas. Dentro de la cavidad se ven restos de una separación, lo que indica que habría servido a la vez de refugio para ganado y personas. 
Cuando se empezó a poblar la Sierra del Obac, la balma habría quedado como corral de algunos de los caseríos más cercanos, como la Pola, la Rouriga o Ginebreda.
 Cuando la peste negra hizo estragos, la propiedad de estas tierras quedó en manos de la Mata, y una parte de La Barata. 
Durante muchos siglos siguió siendo posible el acceso a la zona para recoger leña y bellotas, o llevar rebaños. 
Como explica Pedro Roca y Fabregat, la situación cambió a finales del siglo XVII, "cuando los dueños de las casas del Vallès Occidental fueron publicando bandos que impedían la entrada de ganado ajeno a sus páramos y bosques". La Barata fue una de las masías que prohibió el paso de los rebaños ajenos.
Desde ese momento y hasta la industrialización del sector porcino, las grandes masías eran las únicas que tenían tierras y recursos para tener rebaños de cerdos (de 20 a 30 ejemplares). 
Hace tiempo que la Porqueriza no ejerce la función indicada por su nombre. En ocasiones se puede ver a su alrededor un rebaño de Matadepera, pero formado sólo por ovejas.
 Desde el estallido del excursionismo, la balma es sobre todo un punto de parada en el camino a la fuente de la Pola y L'Espluga.








Carena de l'Espluga.




Una vista de la Mola.


Panorámica con el Montcau a la Izquierda y la Mola a la derecha


Parking de l'Alzina del Salari


Aquí se termino la ruta, que hoy ha estado muy interesante por la cantidad de lugares que hemos podido ver.